Toc toc.. Se despertó tu reloj biológico. Los meses se cuentan en ciclos, tu fase lútea se hace eterna y la regla se convierte en "la indeseada". Te descubres navegando por Internet buscando métodos de fertilidad, tests de ovulación.. Y deseando que por fin, llegue tu positivo. Y por fin llega... Cuando menos lo esperas tienes el test con dos rayas en tus manos... Bienvenida a mi blog :)

sábado, 29 de noviembre de 2014

Cómo llegó la ola del deseo

Llevo con costillo muchos años. Desde bien jovencita. A pesar de que no ha sido mi única pareja; la vida hizo que poco tiempo después de separarse nuestros caminos; se unieran otra vez.
Siempre había tenido claro que a su lado la vida sería sencilla. Es una persona trabajadora, humilde y luchadora. Por varías circunstancias, la vida no ha sido fácil para él. Su familia es lo más parecido a un puzzle del que faltan demasiadas piezas para poder completarlo. Supongo que de ahí sus planes de ser un padre cercano, presente y compañero de vida de sus futuros hijos.

Costillo es una gran persona; y es por eso que siempre tuve claro que era con él con quién yo deseaba tener mis hijos.

A lo largo de todos estos años; habíamos hablado muchas veces de la paternidad. En ocasiones como una ilusión lejana; en otras como algo más surrealista en las que planteábamos situaciones cotidianas con nuestros futuros hijos.

Desconozco en qué momento exacto decidí que todas esas ilusiones dejaran de ser imaginaciones; para hacerlas realidad. Un retraso sin esperarlo y el pensar en la posibilidad de poder estar embarazada; junto con el hecho de presenciar un parto natural en directo; dispararon mi instinto maternal.

Durante estos meses de búsqueda he vivido muchas sensaciones: ilusión, nervios, miedos, incertidumbre...
Normalmente en cada ciclo paso por distintas fases; que por lo que he leído son habituales en la búsqueda.

Cuando se aproxima la ovulación me invade una sensación de ilusión y ganas de comerme el mundo increíbles. 
Cuando la ovulación ha pasado, sigue la ilusión de pensar si será un sí o un no. La espera desespera; los nervios terminan por apoderarse de una y miles de miedos afloran: "y si no soy una buena madre", "y si nunca lo consigo", "y si resulta que estoy embarazada y estoy haciendo algo que le perjudica"..
Cuando llega la regla; la sensación de fracaso puede ser terrible. La verdad es que los primeros meses era peor, ahora pienso que la tierra no se pudo crear en un sólo día; y que tampoco una nueva vida se puede crear en sólo un mes (por más que tanta gente diga que lo han conseguido a la primera; no es algo generalizado).
Cuando esa desilusión pasa; vuelve la esperanza de un nuevo ciclo.. Y las ganas de darlo todo y disfrutar esperando ver el positivo el mes siguiente.



Y es que ya lo dicen... Que quien espera, desespera.

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